Emily Dickinson -I measure every grief I meet- |
Saturday, January 14, 2006 |
I measure every grief I meet Emily Dickinson (1830-1886)
I measure every grief I meet With analytic eyes; I wonder if it weighs like mine, Or has an easier size. I wonder if they bore it long, Or did it just begin? I could not tell the date of mine, It feels so old a pain. I wonder if it hurts to live, And if they have to try, And whether, could they choose between, They would not rather die. I wonder if when years have piled— Some thousands—on the cause Of early hurt, if such a lapse Could give them any pause; Or would they go on aching still Through centuries above, Enlightened to a larger pain By contrast with the love. The grieved are many, I am told; The reason deeper lies,— Death is but one and comes but once, And only nails the eyes. There ’s grief of want, and grief of cold,— A sort they call “despair”; There ’s banishment from native eyes, In sight of native air. And though I may not guess the kind Correctly, yet to me A piercing comfort it affords In passing Calvary, To note the fashions of the cross, Of those that stand alone, Still fascinated to presume That some are like my own.
Cada pesar que me encuentro mido
Cada pesar que me encuentro mido con ojos atentos y escrutadores... Me pregunto si pesa como el mío o si su tamaño es más llevadero.
Me pregunto si lo aguantan de largo o bien si justo acaba de comenzar; la fecha del mío no puedo decir... como un dolor tan añejo es sentido.
Me pregunto si les dolerá vivir, si por seguir en pie han de afanarse y si elegir les fuera permitido acaso no preferirían morir.
Noto que algunos, con harta paciencia, al cabo restablecen su sonrisa... imitando a una de esas lámparas con una pizca de aceite provistas.
Me pregunto si al irse acumulando los años...unos miles...sobre el dolor que temprano les hiriera, tal lapso pueda procurarles algún remedio.
O si aún continuarán padeciendo a lo largo de siglos de coraje, iluminados hasta un sufrimiento comparado con el amor más grande.
Multitud son los afligidos, dicen, multitud son las causas y variadas, la muerte tan sólo es una y sucede de repente y sólo clava los ojos.
Hay el penar de escasez o de frío, hay eso que llaman “desesperanza”, hay el destierro de ojos naturales privados de ver el aire natural.
Y si bien su especie con exactitud sea incapaz de precisar, aun así, un vivo consuelo me proporciona marchar de paseo por el calvario. En los modelitos de cruz fijarme y ver cuales son las que más se llevan, fascinada mucho más al sospechar que algunas son réplicas de la mía.Labels: Emily Dickinson |
posted by Alfil @ 6:24 PM |
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