Jeffrey McDaniel -Alibi school- |
Tuesday, March 22, 2005 |
Alibi school Jeffrey McDaniel (EEUU, 1967- )
My pal, Jake, majored in corruption. His final exam: a girl from the Midwest,
three weeks to dismantle eighteen years of good parenting. High results came early
in the easy days, with the principal taking his puff from the honor role in the bathroom.
In gym we learned how to turn our backs on the world at once; the team
elected me captain of varsity nosebleeds. At the prom, we parked our limousine
before doing the mandatory wind sprints; my date's eyes were big, hazel dictionaries.
At our homecoming Jake injected the clouds with a hero's last breath; rain on the victory parade
was greeted with cheers. The years rushed by with their tongues hanging out. We packed
our cages and invented course work overseas. In Guatemala, we copied back pain
for a hundred milligrams of extra credit and proudly parachuted into sleep. In Prague
we emptied our text books an guzzled chapters of Bohemian history. The class
kept shrinking until it was just me, passing all the social tests. I returned to America
fluent in disaster; all the smile I looked at collapsed. I walked my pneumonia
up Avenue A, where inconspicuous teachers assigned telepathic equations. My pupils
leapt from dilated chalkboards; a hundred consecutive nights of slow, dirty arithmetic
curdled inside of me. Graduation is an impossibility. Ditto expulsión.
I am permanently unrolled in the rambling Lectures of insomnia. Wake in the lab
with my back against the wall. Turn: the wall turns on me. I am the mutual friend
of enemy foxholes. It's like bowling for hostages: exactly beyond my periphery.
Coartada escuela
Mi amigo, Jake, recibido en corrupción. Su examen final: una chica del Midwest
Tres semanas para desmantelar dieciocho años de buena educación. Buenos resultados vinieron pronto
En los días fáciles, con el director tomando una bocanada del rollo de honor en el baño
En el gimnasio aprendimos a torcer la espalda a todo el mundo de una; el equipo
me eligió capitán de sangrado de nariz universitario En el baile de graduación, estacionamos nuestra limousina
Antes de hacer las obligatorias carreras de vientos Los ojos de mi pareja eran grandes, diccionarios avellanos
A nuestra vuelta a casa, Jake inyectó las nubes Con el último aliento de un héroe; la lluvia en el desfile de la victoria
Fue recibida con vivas. Los años se aceleraron Con sus lenguas colgando. Empaquetamos
Nuestras jaulas e inventamos cursos trabajos en el extranjero En Guatemala, copiamos de nuevo el dolor
Por cien miligramos de crédito extra Y orgullosamente paracaímos al sueño. En Praga
Vaciamos nuestros libros de texto y tragamos Capítulos de historia Bohemia. La clase
Iba reduciéndose hasta que era yo solo, pasando Todos los tests sociales. Regresé a América
Fluido en desastre; Toda la sonrisa que miraba Colapsaba. Caminé mi neumonía
Por la Avenida A, donde maestros desapercibidos Asignaban ecuaciones telepáticas. Mis alumnos
Saltaban desde pizarrones dilatados; cien Noches consecutivas de lenta, sucia aritmética
Coagulan dentro de mi. La graduación Es una imposibilidad. Idem la expulsión.
Estoy permanentemente enrolado en las intrincadas Conferencias de insomnio. Despierto en el laboratorio
Con mi espalda contra la pared. Me doy vuelta: la pared Da la vuelta conmigo. Soy el amigo mutuo
De trincheras enemigas. Es como el bowling Para rehénes: exactamente más allá de mi periferia.
Versión de Romina E. Freschi y Karina A. MaccióLabels: Jeffrey McDaniel |
posted by Alfil @ 6:14 AM |
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