John Ashbery -A man of words- |
Friday, May 05, 2006 |
A man of words John Ashbery (EEUU, 1927- )
His case inspires interest But little sympathy; it is smaller Than at first appeared. Does the first nettle Make any difference as what grows Becomes a skit? Three sides enclosed, The fourth open to a wash of the weather, Exits and entrances, gestures theatrically meant To punctuate like doubled-over weeds as The garden fills up with snow? Ah, but this would have been another, quite other Entertainment, not the metallic taste In my mouth as I look away, density black as gunpowder In the angles where the grass writing goes on, Rose-red in unexpected places like the pressure Of fingers on a book suddenly snapped shut.
Those tangled versions of the truth are Combed out, the snarls ripped out And spread around. Behind the mask Is still a continental appreciation Of what is fine, rarely appears and when it does is already Dying on the breeze that brought it to the threshold Of speech. The story worn out from telling All diaries are alike, clear and cold, with The outlook for continued cold. They are placed Horizontal, parallel to the earth, Like the unencumbering dead. Just time to reread this And the past slips through your fingers, wishing you were there.
Un hombre de palabras
Su caso despierta interés pero poca simpatía; su magnitud es menor de la que parecía al principio. ¿Importa algo la primera ortiga mientras lo que crece se transforma en parodia? ¿Tres lados encerrados, el cuarto expuesto a los efectos del clima, salidas y entradas, gestos teatralmente destinados a puntuar como maleza combada mientras el jardín se llena de nieve? Ah, pero esto habría sido un entretenimiento muy distinto, no el sabor metálico en mi boca mientras miro a lo lejos la densidad negra como la pólvora en los ángulos donde progresa la escritura de la hierba, de un rojo vivo en lugares inesperados como la presión de unos dedos sobre un libro cerrado de golpe.
Esas versiones enmarañadas de la verdad se rastrean, se peinan, se arrancan sus enredos y se esparcen. Tras la máscara hay todavía un gusto continental hacia lo bueno, rara vez aparece y cuando lo hace ya está casi muerto en la brisa que lo trajo hasta el umbral del habla. Una historia gastada de tanto narrarla. Todos los diarios se parecen, claros y fríos, se preparan para un frío futuro. Se colocan de forma horizontal, paralelos al suelo, como los muertos desoprimentes. El tiempo justo para releer esto y el pasado se te escurre entre los dedos, deseando que estuvieras allí.
Versión de Julián Jiménez HeffernanLabels: John Ashbery |
posted by Alfil @ 7:58 PM |
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