John Ashbery -The one thing can save America- |
Friday, May 05, 2006 |
The one thing that can save America John Ashbery (EEUU, 1927- )
Is anything central? Orchards flung out on the land, Urban forests, rustic plantations, knee-high hills? Are place names central? Elm Grove, Adcock Corner, Story Book Farm? As they concur with a rush at eye level Beating themselves into eyes which have had enough Thank you, no more thank you. And they come on like scenery mingled with darkness The damp plains, overgrown suburbs, Places of known civic pride, of civil obscurity.
These are connected to my version of America But the juice is elsewhere. This morning as I walked out of your room After breakfast crosshatched with Backward and forward glances, backward into light, Forward into unfamiliar light, Was it our doing, and was it The material, the lumber of life, or of lives We were measuring, counting? A mood soon to be forgotten In crossed girders of light, cool downtown shadow In this morning that has seized us again?
I know that I braid too much on my own Snapped-off perceptions of things as they come to me. They are private and always will be. Where then are the private turns of event Destined to bloom later like golden chimes Released over a city from a highest tower? The quirky things that happen to me, and I tell you, And you know instantly what I mean? What remote orchard reached by winding roads Hides them? Where are these roots?
It is the lumps and trials That tell us whether we shall be known And whether our fate can be exemplary, like a star. All the rest is waiting For a letter that never arrives, Day after day, the exasperation Until finally you have ripped it open not knowing what it is, The two envelope halves lying on a plate. The message was wise, and seemingly Dictated a long time ago, but its time has still Not arrived, telling of danger, and the mostly limited Steps that can be taken against danger Now and in the future, in cool yards, In quiet small houses in the country, Our country, in fenced areas, in cool shady streets.
Lo único que puede salvar a América
¿Hay algo que sea central? ¿Huertos desparramados sobre la tierra, bosques urbanos, plantaciones rústicas, colinas enanas? ¿Son centrales los nombres de lugar? ¿Elm Grove, Adcock Corner, Story Book Farm? Cuando concurren en ráfagas a la altura de los ojos chocando contra unos ojos que ya han tenido bastante Gracias, no quiero más, gracias. Y aparecen como un paisaje mezclado con oscuridad los humedales, los suburbios derramados, lugares de conocido orgullo cívico, de oscuridad civil.
Están conectados a mi versión de América pero el jugo está en otra parte. Esta mañana cuando salía de tu cuarto después del desayuno, sombreado con miradas hacia atrás, hacia la luz, y hacia delante, avanzando hacia un luz desconocida, ¿era obra nuestra, y era el material, la madera de la vida, de nuestras vidas lo que estábamos midiendo y contando? ¿Una atmósfera que pronto olvidaremos en densos haces de luz, en la sombra fría del centro urbano esta mañana que otra vez nos atrapa?
Sé que trenzo demasiado mis repentinas percepciones de las cosas en el instante en que me asaltan. Son algo privado y siempre lo serán. ¿Cuándo podrán entonces las peripecias privadas tronar luego como campanas doradas resonando por toda una ciudad desde su torre más alta? ¿Las cosas extravagantes que me pasan, y te cuento, y tu entiendes de inmediato lo que quiero decir? ¿Qué lejano huerto sólo accesible por sinuosos caminos las oculta? ¿Dónde están las raíces?
Son los palos y las pruebas los que deciden si habremos de ser conocidos si nuestro destino podrá ser ejemplar, como una estrella. Sólo resta esperar una carta que no llega nunca, un día tras otro, esa exasperación hasta que finalmente la has abierto sin saber lo que era, las dos partes del sobre descansando en la bandeja. El mensaje era sabio, y al parecer dictado hace mucho tiempo. Su verdad es intemporal, pero su hora todavía no ha llegado, pues habla de un peligro, de las medidas más bien limitadas que pueden adoptarse contra éste ahora y en el futuro, en jardines frescos, en casitas silenciosas en el campo, nuestro campo, en zonas valladas, en frías calles en sombra.
Versión de Julián Jiménez HeffernanLabels: John Ashbery |
posted by Alfil @ 8:18 PM |
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