A little litany Gilbert Keith Chesterton (Gran Bretaña, 1874-1936)
When God turned back eternity and was young, Ancient of Days, grown little for your mirth (As under the low arch the land is bright) Peered through you, gate of heaven —and saw the earth.
Or shutting out his shining skies awhile Built you about him for a house of gold To see in pictured walls his storied world Return upon him as a tale is told.
Or found his mirror there; the only glass That would not break with that unbearable light Till in a corner of the high dark house God looked on God, as ghosts meet in the night.
Star of his morning; that unfallen star In that strange starry overturn of space When earth and sky changed places for an hour And heaven looked upwards in a human face.
Or young on your strong knees and lifted up Wisdom cried out, whose voice is in the street, And more than twilight of twiformed cherubim Made of his throne indeed a mercy-seat.
Or risen from play at your pale raiment's hem God, grown adventurous from all time's repose, Or your tall body climed the ivory tower And kissed upon your mouth the mystic rose.
Una pequeña letanía
Cuando Dios se salió de la eternidad y joven fue, Antiguos días, creció un poco para su propia alegría (Como bajo el horizonte es luminosa la tierra) Y a través suyo me asomé, puerta de cielo —y vio la tierra.
Acallando por un momento sus brillantes cielos Construyó cerca de él una casa de oro Para en paredes imaginarias ver su acontecido mundo Y a él regresar como quien dice un cuento.
Allí encontró su espejo; el único vidrio Que no se rompería con tan insufrible luz Hasta que en una esquina de la alta casa oscura Dios se parecía a Dios, Cual fantasmas que en la noche se saludan.
La estrella de la mañana, esa estrella no caída En ese extraño vuelco estrellado del espacio Cuando tierra y cielo intercambiaron su lugares por una hora Y el cielo parecía más de rostro humano.
Joven, sobre sus fuertes rodillas se levantó, La sabiduría, cuya voz está en la calle, lloró Más que el crepúsculo del biforme querubín Que hizo de su trono un misericordioso asiento.
De tu pálido dobladillo del hábito, surgido de la escena, Dios crece venturoso del reposo de todo el tiempo, Tu alto cuerpo la torre de marfil toca Y la rosa mística besa tu boca.Labels: Gilbert K. Chesterton |