The convert Gilbert Keith Chesterton (Gran Bretaña, 1874-1936)
After one moment when I bowed my head And the whole world turned over and came upright, And I came out where the old road shone white, Walked the ways and heard what all men said, Forests of tongues, like autumn leaves unshed, Being not unlovable but strange and light; Old riddles and new creeds, not in despite But softly, as men smile about the dead.
The sages have a hundred maps to give That trace their crawling cosmos like a tree, They rattle reason out through many a sieve That stores the sand and lets the gold go free: And all these things are less than dust to me Because my name is Lazarus and I live.
El converso
Después de un momento, cuando incliné mi cabeza El mundo todo cambió y se enderezó, Salí adonde el viejo camino brilló en su blancura, Caminé las veredas y oí lo que todos los hombres dijeron, Bosques de lenguas, como las hojas de otoño sin caer, No dignas de amar pero extrañas y ligeras; Viejos enigmas y nuevos credos, no a pesar de, Sino con sencillez, cual hombres que sonríen por un muerto.
Los sabios tienen cien mapas que ofrecer, Huella que su cosmos arrastra como un árbol, Y criban tanto su razón, igual que un tamiz Que conserva la arena y permite que el oro, libre, se vaya: Y todas estas cosas son para mí menos que el polvo Pues mi nombre es Lázaro y estoy vivo.Labels: Gilbert K. Chesterton |