Roald Dahl -Charlie and the chocolate factory- Mike Teavee- |
Saturday, January 28, 2006 |
Charlie and the chocolate factory Roald Dahl (Wales, 1916-1990)
Mike Teavee
The most important thing we've learned, So far as children are concerned, Is never, NEVER, NEVER let Them near your television set– Or better still, just don't install The idiotic thing at all. In almost every house we've been, We've watched them gaping at the screen. They loll and slop and lounge about, And stare until their eyes pop out. (Last week in someone's place we saw A dozen eyeballs on the floor.) They sit and stare and stare and sit Until they're hypnotised by it, Until they're absolutely drunk With all the shocking ghastly junk. Oh yes, we know it keeps them still, They don't climb out the window sill, They never fight or kick or punch, They leave you free to cook the lunch And wash the dishes in the sink– But did you ever stop to think, To wonder just exactly what This does to your beloved tot? IT ROTS THE SENSES IN THE HEAD! IT KILLS IMAGINATION DEAD! IT CLOGS AND CLUTTERS UP THE MIND! IT MAKES A CHILD SO DULL AND BLIND HE CAN NO LONGER UNDERSTAND A FANTASY, A FAIRYLAND! HIS BRAIN BECOMES AS SOFT AS CHEESE! HIS POWERS OF THINKING RUST AND FREEZE! HE CANNOT THINK–HE ONLY SEES! 'All right!' you'll cry. 'All right!' you'll say, 'But if we take the set away, What shall we do to entertain Our darling children? Please explain!' We'll answer this by asking you, 'What used the darling ones to do? 'How used they keep themselves contented Before this monster was invented?' Have you forgotten? Don't you know? We'll say it very loud and slow: THEY...USED...TO...READ! They'd READ and READ, AND READ and READ, and then proceed To READ some more. Great Scott! Gadzooks! One half their lives was reading books! The nursery shelves held books galore! Books cluttered up the nursery floor! And in the bedroom, by the bed, More books were waiting to be read! Such wondrous, fine, fantastic takes Of dragons, gypsies, queens, and whales And treasure isles, and distant shores Where smugglers rowed with muffled oars, And pirates wearing purple pants, And sailing ships and elephants, And cannibals crouching 'round the pot, Stirring away at something hot. (It smells so good, what can it be? Good gracious, it's Penelope.) The younger ones had Beatrix Potter With Mr. Tod, the dirty rotter, And Squirrel Nutkin, Pigling Bland, And Mrs. Tiggy–Winkle and– Just How The Camel Got His Hump, And How The Monkey Lost His Rump, And Mr. Toad, and bless my soul, There's Mr. Rat and Mr. Mole– Oh, books, what books they used to know, Those children living long ago! So please, oh please, we beg, we pray, Go throw your TV set away, And in its place you can install A lovely bookshelf on the wall. Then fill the shelves with lots of books, Ignoring all the dirty looks, The screams and yells, the bites and kicks, And children hitting you with sticks– Fear not, because we promise you That, in about a week or two Of having nothing else to do, They'll now begin to feel the need Of having something good to read. And once they start–oh boy, oh boy! You watch the slowly growing joy That fills their hears. They'll grow so keen They'll wonder what they'd ever seen In that ridiculous machine, That nauseating, foul, unclean, Repulsive television screen! And later, each and every kid Will love you more for what you did. P.S. Regarding Mike Teavee, We very much regret that we Shall simply have to wait and see If we can get him back his height. But if we can't–it serves him right."
Charlie y la fábrica de chocolate
Mike Tevé
Hemos aprendido algo primordial, Algo que a los niños les hace mucho mal. Yeso es que en el mundo no hay nada peor Que sentarles frente a un televisor. De hecho, sería muy recomendable Suprimir del todo ese trasto abominable. En todas las casas que hemos encontrado: Absortos, dormidos, casi idiotizados, Mirando la tele corno hipnotizados, Con los ojos fijos en esa pantalla Hasta que sus órbitas parece que estallan, (A ver vimos algo que aterra y asombra: Seis pares de ojos rodar por la alfombra.) Sentados mirando, mirando sentados, Parecen de veras estar hechizados. Borrachos de imágenes, ahítos de ruido, Ciegos y atontados y reblandecidos. Oh, sí, ya sabemos que les entretiene Y que por lo menos quietos les mantiene. No gritan, no lloran, no brincan, no juegan, No saltan ni corren, tampoco se pegan. A usted eso le da mucha tranquilidad, Es libre de hacer muchas cosas, verdad? Mas yo le pregunto, ¿ha pensado un momento Para qué le sirve a su hijo este invento? ¡LE PUDRE TODAS LAS IDEAS! ¡MATA SU IMAGINACIÓN! ¡HACE QUE EN NADA, NADA CREA! ¡DESTRUYE TODA SU ILUSION! SU POBRE MENTE SE TRANSFORMA EN UN INUTIL REFLECTOR CON VER FIGURAS SE CONFORMA, ¡NO SUEÑA, NI EVOCA, NI PIENSA, .SEÑOR! “¡Muy bien!”, dirá usted, “¡Muy bien!”, gritará, Mas sí nos llevamos el televisor, ¿Qué haremos en cambio, que se les dará Para mantenerlos en orden, señor? A esa pregunta yo responderé Con otra, que es ésta: Los niños, ¿qué hacían Para divertirse, cómo entretenían Sus horas de ocio, qué los mantenía Tranquilos, contentos, quietos y callados, Felices, absortos y atentos Antes de que este diabólico invento Se hubiese inventado? ¿No lo recuerda? Se 1o diremos EN voz muy alta, lo gritaremos Para que acierte a comprender: ¡SOLÍAN... LEER, LEER, LEER! LEÍAN Y LEÍAN y procedían A leer aun más. Y todo el día Lo dedicaban a leer libros, y, por doquier, En bibliotecas y estanterías, Sobre las mesas, en librerías, ¡Bajo las camas siempre había Miles de libros para leer! Historias fantásticas y maravillosas De fieros dragones y reinas hermosas De osados piratas, de astutos ladrones, De elefantes blancos, tigres y leones. De islas misteriosas, de orillas lejanas, De tristes princesas junto a una ventana, De valientes príncipes, apuestos, galantes, De exóticas playas, países distantes, Historias de miedo, hermosas y raras, Los más pequeños leían los cuentos ¡Historias que hacían que el tiempo volara! De Grimm y de Andersen, de Louis Perrault. Sabían quién era la. Bella Durmiente, Y la Cenicienta, y el Lobo Feroz. Las Mil y Una Noches de magia nutrían Con mil v una historias sus ensoñaciones. La gran Scheherezade de la mano traía A Alí Babá y los Cuarenta Ladrones, A Aladino y su lámpara maravillosa Al Genio que otorga deseos e ilusiones, Y mil aventuras a cual más hermosa. ¡Qué libros más bellos leían Los niños que antaño leían! Por eso rogarnos, por eso pedimos Que tiren muy lejos el televisor, Y en su sitio instalen estantes de libros Que llenen sus horas de gozo y fervor. Ignoren sus gritos, ignoren .sus lloros, No importan protestas, ni quejas, ni llanto. Dirán que es: usted un malvado v un ogro Con caras de furia, de odio, de espanto. Mas no tenga miedo, pues le prometemos Que al cabo de pocos, de ruin, pocos día; Al verse aburridos, diciendo, “¿Qué tracemos Para entretener estas horas vacías?ª, Irán poco a poco acercándose al sitio Donde usted ha instalado esa librería, Y cogerán un libro de cualquier estante, Lo abrirán con cautela, recelosos primero, Pero ya superados los primeros instantes No podrán apartarse y. lo leerán entero. Y entonces ¡qué gozo, qué dulce alegría Llenara sus ojos y su corazón! Se preguntarán corno pudieron un día Dejarse embrujar por la televisión. Y al correr los años, cuando sean mayores, Recordarán por siempre con agradecimiento Aquel día feliz, aquel fausto momento En que usted cambió libros por televisión. P. D. En cuanto a Mike Tevé, Sentimos tener que decir Que con un poco de fe Quizá logremos impedir Que quede así. A ver si crece, Aunque si no, ¡se lo merece!Labels: Roald Dahl |
posted by Alfil @ 12:17 PM |
|
|