T.S. Eliot -Sweeney among the nightingales- |
Wednesday, December 07, 2005 |
Sweeney Among the Nightingales Thomas Stearns Eliot (Gran Bretaña, 1888-1965)
Apeneck Sweeney spreads his knees Letting his arms hang down to laugh, The zebra stripes along his jaw Swelling to maculate giraffe.
The circles of the stormy moon Slide westward toward the River Plate, Death and the Raven drift above And Sweeney guards the horned gate.
Gloomy Orion and the Dog Are veiled; and hushed the shrunken seas; The person in the Spanish cape Tries to sit on Sweeney's knees
Slips and pulls the table cloth Overturns a coffee-cup, Reorganised upon the floor She yawns and draws a stocking up;
The silent man in mocha brown Sprawls at the window-sill and gapes; The waiter brings in oranges Bananas figs and hothouse grapes;
The silent vertebrate in brown Contracts and concentrates, withdraws; Rachel nee Rabinovitch Tears at the grapes with murderous paws;
She and the lady in the cape Are suspect, thought to be in league; Therefore the man with heavy eyes Declines the gambit, shows fatigue,
Leaves the room and reappears Outside the window, leaning in, Branches of wistaria Circumscribe a golden grin;
The host with someone indistinct Converses at the door apart, The nightingales are singing near The Convent of the Sacred Heart,
And sang within the bloody wood When Agamemnon cried aloud, And let their liquid siftings fall To stain the stiff dishonoured shroud.
Sweeney entre los ruiseñores
Sweeney, cuello simiesco, separa sus rodillas dejando colgar sus brazos para reír, listas de cebra a lo largo de su mandíbula dilatándose hasta ser manchas de jirafa.
Los anillos de la luna tormentosa se deslizan al poniente hacia el Río de la Plata, la Muerte y el Cuervo se desvían arriba y Sweeney custodia el pórtico encornado.
El tenebroso Orión y el Can están velados; y apaciguados los estremecidos mares; la persona con capa española intenta sentarse so bre las rodillas de Sweeney
pero resbala y tira del mantel de la mesa, vuelca una taza de café, se recompone en el suelo, bosteza y se sube una media;
el hombre silencioso vestido de castaño moka se deja caer en el alféizar de la ventana y boquea; el camarero trae naranjas, bananas, higos, y uvas de invernáculo;
el vertebrado silencioso de traje castaño se contrae y reconcentra, se hace a un lado; Raquel née Rabinovich arranca las uvas con garras asesinas; ella y la dama de la capa son sospechosas, se supone están aliadas; en consecuencia el hombre de ojos pesados rehúsa el gambito, demuestra fatiga,
abandona el cuarto y reaparece asomado a la ventana, encorvándose, ramas de glicina circundan un rictus dorado;
el anfitrión conversa con alguien impreciso al lado de la puerta, los ruiseñores cantan cerca del convento del Sagrado Corazón,
y cantaron en el bosque sangriento cuando Agamenón dio alaridos, y dejaron caer sus líquidos residuos para mancillar el tieso, deshonrado sudario.
Versión de Alberto GirriLabels: T.S. Eliot |
posted by Alfil @ 5:39 PM |
|
|