T.S. Eliot -Mr. Apollinax- |
Wednesday, December 07, 2005 |
Mr. Apollinax Thomas Stearns Eliot (Gran Bretaña, 1888-1965)
When Mr. Apollinax visited the United States His laughter tinkled among the teacups. I thought of Fragilion, that shy figure among the birch-trees, And of Priapus in the shrubbery Gaping at the lady in the swing. In the palace of Mrs. Phlaccus, at Professor Channing-Cheetah's He laughed like an irresponsible foetus. Otis laughter was submarine and profound Like the old man of the sea's Hidden under coral islands Where worried bodies of drowned men drift down in the green silence, Dropping from fingers of surf. I looked for the head of Mr. Apollinax rolling under a chair Or grinning over a screen With seaweed in its hair. I heard the beat of centaur's hoofs over the hard turf As his dry and passionate talk devoured the afternoon. "He is a charming man"--"But after all what did he mean?"-- "His pointed ears ... He must be unbalanced,"-- "There was something he said that I might have challenged." Of dowager Mrs. Phlaccus, and Professor and Mrs. Cheetah I remember a slice of lemon, and a bitten macaroon.
Mr. Apollinax
Cuando Mr. Apollinax visitó los Estados Unidos su risa se mezclaba al tintineo de las tazas de té. Yo pensaba en Fragilion, esa figura oculta por los abedules y en Príapo escondido en la maleza mirando con asombro a la dama del columpio. En el palacio de Mr. Phlaccus y en casa del profesor Channing-Cheetah reía, irresponsable como un feto. Su risa era profunda y submarina como la del viejo del mar disimulado bajo islas de coral donde impacientes cuerpos de ahogados vagan a la deriva por el silencio verde, desprendidos a gotas de los dedos de espuma de las olas. Yo ansiaba ver rodar la cabeza de Mr. Apollinax bajo una silla, con fuco en los cabellos o sonriente sobre un biombo, mostrando dientes y encías. Oí el galope de cascos de un centauro sobre el duro césped del hipódromo, mientras su sosa aunque apasionada charla consumía la tarde. “-Es un hombre encantador. -Pero, pensándolo bien, ¿qué quiso decir? -Sus orejas en punta... debe ser un desequilibrado. Dijo una cosa a la que podría haberme opuesto.” De la viuda de Mr. Phlaccus, del profesor Cheetah y de su esposa recuerdo una rodaja de limón y un pastelillo de almendras mordido.
Versión de José Luis RivasLabels: T.S. Eliot |
posted by Alfil @ 2:54 PM |
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