Sam Hamill -There is a great sea called Tranquility...- |
Monday, September 26, 2005 |
There is a great sea called Tranquility... Sam Hamill (1943- )
There is a great sea called Tranquility. I saw it once on a map. There were white ships with white sails blown by Adriatic breezes, there were cargoes of dream and belief--I saw it all on the map. But I could never take you there. I can't find it again.
But here is the sea I know, hard and cold, bitter in its judgment, flattened by a sky of solid ash. The day's news arrives with its nerves exposed and we are hardened, our blood cools, and a ghost from the past delivers our narcissistic sermon
in the same old monotone our parents heard at Auschwitz or Treblinka. When summer comes, the sea will turn to gold and we will see our reflected faces in the water. Only then can we remember the many-hearted rose opening, one after another,
its own most secret chambers to the end. We walk on the ashes of the dead beneath a sky of ash. The Japanese combine the word for word with the word for temple to get the word for poetry: temple word; holy word; no word can save.
But we all have wounds only a few right words can poultice. We long all winter for summer's blue; all summer we long for quiet. The voices we converse with year by year grow fewer. In the Temple of the Dead, speak softly. And if you must speak, praise.
Existe un gran mar llamado Tranquilidad...
Existe un gran mar llamado Tranquilidad. Lo vi una vez en un mapa. Allí había navíos blancos con blancas velas sopladas por la brisa Adriática, estaban cargados con sueños y creencias-lo vi todo en el mapa. Pero nunca podría llevarte allá. No puedo encontrarlo otra vez.
Pero aquí está el mar que conozco, duro y frío, amargo en su sentencia, aplastado por un cielo de sólida ceniza. Las noticias del día llegan frenéticas y nosotros nos endurecemos, nuestra sangre se enfría, y un fantasma del pasado libera nuestro sermón narcisista
en la misma vieja monotonía que nuestros padres escucharon en Auschwitz o en Treblinka. Cuando llegue el verano, el mar se volverá de oro y veremos nuestros rostros reflejados en el agua. Sólo entonces podremos recordar la rosa de muchos corazones abriendo, una tras otra,
sus más secretas habitaciones hacia el fin. Caminamos sobre las cenizas de la muerte bajo un cielo de cenizas. Los Japoneses combinan el signo palabra con el signo templo para obtener el signo poesía: templo de la palabra; bendita palabra; ninguna palabra puede salvarse.
Versión de Abraham ChinchillasLabels: Sam Hamill |
posted by Alfil @ 5:55 AM |
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