D.H. Lawrence -Baby tortoise- |
Thursday, May 19, 2005 |
Baby tortoise David Herbert Lawrence (England, 1885-1930)
You know what it is to be born alone, Baby tortoise!
The first day to heave your feet little by little from the shell, Not yet awake, And remain lapsed on earth, Not quite alive.
A tiny, fragile, half-animate bean.
To open your tiny beak-mouth, that looks as if it would never open Like some iron door; To lift the upper hawk-beak from the lower base And reach your skinny neck And take your first bite at some dim bit of herbage, Alone, small insect, Tiny bright-eye, Slow one.
To take your first solitary bite And move on your slow, solitary hunt. Your bright, dark little eye, Your eye of a dark disturbed night, Under its slow lid, tiny baby tortoise, So indomitable.
No one ever heard you complain.
You draw your head forward, slowly, from your little wimple And set forward, slow-dragging, on your four-pinned toes, Rowing slowly forward. Wither away, small bird? Rather like a baby working its limbs, Except that you make slow, ageless progress And a baby makes none.
The touch of sun excites you, And the long ages, and the lingering chill Make you pause to yawn, Opening your impervious mouth, Suddenly beak-shaped, and very wide, like some suddenly gaping pincers; Soft red tongue, and hard thin gums, Then close the wedge of your little mountain front, Your face, baby tortoise.
Do you wonder at the world, as slowly you turn your head in its wimple And look with laconic, black eyes? Or is sleep coming over you again, The non-life?
You are so hard to wake.
Are you able to wonder? Or is it just your indomitable will and pride of the first life Looking round And slowly pitching itself against the inertia Which had seemed invincible?
The vast inanimate, And the fine brilliance of your so tiny eye, Challenger.
Nay, tiny shell-bird. What a huge vast inanimate it is, that you must row against, What an incalculable inertia.
Challenger, Little Ulysses, fore-runner, No bigger than my thumb-nail, Buon viaggio.
All animate creation on your shoulder, Set forth, little Titan, under your battle-shield. The ponderous, preponderate, Inanimate universe; And you are slowly moving, pioneer, you alone.
How vivid your travelling seems now, in the troubled sunshine, Stoic, Ulyssean atom; Suddenly hasty, reckless, on high toes.
Voiceless little bird, Resting your head half out of your wimple In the slow dignity of your eternal pause. Alone, with no sense of being alone, And hence six times more solitary; Fulfilled of the slow passion of pitching through immemorial ages Your little round house in the midst of chaos.
Over the garden earth, Small bird, Over the edge of all things.
Traveller, With your tail tucked a little on one side Like a gentleman in a long-skirted coat.
All life carried on your shoulder, Invincible fore-runner.
Tortuguita
Bajo su tenue párpado, pequeña tortuguita Tan indomable. ¡Tú sabes lo que es haber nacido sola, pequeña tortuga!
El primer día, sacar las patas poco a poco Del caparazón,
Y sin despertarte todavía, Quedarte sobre la tierra, como si no estuvieras viva. Un delgado, frágil, y apenas animado poroto.
Abrir, como una puerta de hierro, tu afilada boca en pico, que pareciera no abrirse nunca; Alzar la parte superior del pico
Y extender el delgado y diminuto cuello Y tomar tu primer bocado de hierba oscura, Solitario, pequeño insecto, Menudo ojo brillante, Suave.
Comer tu primer, solitario bocado Y moverte sigilosamente, en busca de la presa. Tu brillante, oscuro ojo. Tu ojo de profunda y turbia noche,
Nadie ha escuchado tus quejas.
Sacas suavemente la cabeza hacia delante, desde el pequeño tocado que la cubre, Y la tiendes hacia arriba, arrastrándote sobre las cuatro uñas de tus patas, remando suavemente hacia delante. ¿Vas muy lejos, pequeño pájaro? Como un bebé quizás, moviendo sus miembros, Con la diferencia de que tu lo haces progresando, sin prisa, Y un bebé no adelanta.
El hálito del sol te excita, Y las largas edades, y la prolongación del frío Te desvían, Abriendo tu boca impermeable, Súbitamente afilada y profunda, como algún par de cortantes tenazas; Suave lengua roja, y estrechas y fuertes encías, Y luego cierras la cuña de tu frente montañosa, De tu rostro, tortuguita. ¿Inquietas al mundo, mientras mueves tu cabeza en el interior de la carcaza, Y miras con lacónicos ojos negros?
¿O es el sueño, la no-vida, volviendo otra vez sobre ti? Eres tan dura de despertar.
¿Acaso eres capaz de sorprenderte? ¿O es tu orgullo, indomable voluntad de vida reciente Mirando alrededor E inclinándose suavemente contra esa inercia Que parecía invencible?
Lo desafiante, vasto, Inanimado, y lo delicado del brillo de tu pequeño ojo.
No, diminuto pájaro concha, Qué enrome e inanimado es, aquello Contra lo cual debes remar, Qué incalculable inercia. Desafiante, Pequeño Ulises a la vanguardia, No más grande que la uña de mi dedo pulgar, Buen Viaggio.
Toda la inanimada creación sobre tu hombro, Persevera, pequeño titán, bajo tu escudo de batalla.
El inmenso, preponderante E inanimado universo; Y tú lo mueves suavemente, exploradora, tú, solitaria.
Qué vívido parece ahora tu paseo, bajo la ondulación de la luz del sol, Estoico, ulisíaco átomo; Precipitado súbitamente, temerario sobre las altas patas.
Pequeño pájaro sin voz, Tu cabeza descansando, medio asomada a través Del caparazón En la suave dignidad de tu eterna paz. Solitaria, sin sentirte sola, Y por ello seis veces más solitaria; Colmada de la suave pasión con la que atraviesas Edades inmemoriales Tu pequeña, redonda casa en el fragor del caos.
Sobre el jardín terrestre Pequeño pájaro, Sobre el borde de todas las cosas.
Viajero, Con tu cola un poco doblada sobre un costado Como un caballero con su abrigo largo. Toda la vida cargada sobre tu hombro, Invencible, a la vanguardia.Labels: D.H. Lawrence |
posted by Alfil @ 9:26 AM |
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