Denise Levertov -Contraband- |
Friday, May 13, 2005 |
Contraband Denise Levertov (England, 1923-1997)
The tree of knowledge was the tree of reason. That's why the taste of it drove us from Eden. That fruit was meant to be dried and milled to a fine powder for use a pinch at a time, a condiment. God had probably planned to tell us later about this new pleasure. We stuffed our mouths full of it, gorged on but and if and how and again but, knowing no better. It's toxic in large quantities; fumes swirled in our heads and around us to form a dense cloud that hardened to steel, a wall between us and God, Who was Paradise. Not that God is unreasonable – but reason in such excess was tyranny and locked us into its own limits, a polished cell reflecting our own faces. God lives on the other side of that mirror, but through the slit where the barrier doesn't quite touch ground, manages still to squeeze in – as filtered light, splinters of fire, a strain of music heard then lost, then heard again.
Contrabando
El árbol del conocimiento era el de la razón. Por eso es que probar de él nos arrojó del Paraíso. Lo que había que hacer con ese fruto era secarlo y molerlo hasta obtener un polvo fino, para después usarlo de a una pizca por vez, igual que un condimento. Probablemente Dios tendría planeado mencionarnos más tarde este nuevo placer. Nos lo comimos hasta atragantarnos, llenándonos la boca de pero, cómo y si, y de pero otra vez, sin saber lo que hacíamos. Es tóxico, en grandes cantidades: sobre nuestras cabezas y a nuestro alrededor el humo se arremolinaba, para formar una compacta nube que se fue endureciendo hasta hacerse de acero: un muro entre nosotros y Dios, Que era el Paraíso. No es que Dios no sea razonable; pasa que la razón en tal exceso era una tiranía, y nos aprisionó en sus propios límites, un calabozo de metal pulido que reflejaba nuestros propios rostros. Dios vive al otro lado de ese espejo, pero a través de la rendija en donde el cerco no llega justo al piso, logra colarse al fin: como una luz filtrada, como chispas de fuego, como una música que se oye, cesa de pronto y, de repente, se hace audible de nuevo.
Versión de Ezequiel ZaindenwergLabels: Denise Levertov |
posted by Alfil @ 6:50 PM |
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