Frank O'Hara -A step away from them- |
Monday, December 20, 2004 |
A step away from them Frank O'Hara (1926-1966)
It's my lunch hour, so I go for a walk among the hum-colored cabs. First, down the sidewalk where laborers feed their dirty glistening torsos sandwiches and Coca-Cola, with yellow helmet son. They protect them from falling bricks, I guess. Then onto the avenue where skirts are flipping above heels and blow up over grates. The sun is hot, but the cabs stir up the air. I look at bargains in wristwatches. There are cats playing in sawdust. On to Times Square, where the sign blows smoke over my head, and higher the waterfall pours lightly. A Negro stands in a doorway with a toothpick, languorously agitating. A blonde chorus girl clicks: he smiles and rubs his chin. Everything suddenly honks: it is 12:40 of a Thursday. Neon in daylight is a great pleasure, as Edwin Denby would write, as are light bulbs in daylight. I stop for a cheeseburger at JULIET'S CORNER. Giulietta Masina, wife of Federico Fellini, e bell' attrice. And chocolate malted. A lady inf oxes on such a day puts her poodl ein a cab. There are several Puerto Ricans on the avenue today, which makes it beautiful and warm. First Bunny died, then John Latouche, then Jackson Pollack. But is the earth as full as life was full, of them? And one has eaten and one walks, past the magazines with nudes and the posters for BULLFIGHT and the Manhattan Storage Warehouse, which they'll soon tear down. I used to think they had the Armory Show there. A glass of papaya juice and back to work. My heart is in my pocket, it is Poems by Pierre Reverdy.
A un paso de distancia de ellos
Es la hora de comer, así que salgo a pasear entre los taxis pintados de ruido. Primero, por la acera donde los obreros alimentan sus sucios y brillantes torsos con bocadillos y Coca-Cola. Llevan cascos amarillos; supongo que los protegen de los ladrillos que caen. Luego por la avenida donde las faldas se arremolinan sobre los tacones y se inflan encima de los enrejados. El sol calienta, pero los taxis remueven el aire. Miro ofertas de relojes de pulsera. Hay gatos que juegan en el serrín. A Times Square, donde el anuncio humea sobre mi cabeza, y más arriba mana suavemente el agua de la cascada. Un Negro de pie en un portal con un palillo se mueve lánguidamente. Chista una corista rubia: él sonríe y se frota la barbilla. De pronto todo es bocina: son las 12:40 de un jueves. El neón de día es ungran placer, como escribiría Edwin Denby, como lo son las bombillas de día. Paro para tomarme una hamburguesa de queso en JULIET'S CORNER. Giulietta Masina, esposa de Federico Fellini, è bell'atrice. Y chocolate malteado. Una señora que viste pielesen un día así mete a su caniche en un taxi. Hoy hay varios portorriqueños en la avenida, lo que la hace hermosa y cálida. Primero murió Bunny, después John Latouche, después Jackson Pollock. ¿Pero está la tierra tan llena de ellos como lo estuvo la vida? Y uno ha comido y pasea frente a revistas con desnudosy carteles de BULLFIGHT y el Manhattan Storage Warehouse que pronto será demolido. Antes pensaba que aquí se hacía el Armory Show. Un vaso de zumo de papaya y vuelta al trabajo. Mi corazón está en mi bolsillo, son los Poemas de Pierre Reverdy.Labels: Frank O'Hara |
posted by Alfil @ 8:34 AM |
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