Silvia Plath -Lorelei- |
Sunday, November 07, 2004 |
Lorelei Silvia Plath (EEUU 1932-1963)
It is no night to drown in: A full moon, river lapsing Black beneath bland mirror-sheen,
The blue water-mists dropping Scrim after scrim like fishnets Though fishermen are sleeping,
The massive castle turrets Doubling themselves in a glass All stillness. Yet these shapes float
Up toward me, troubling the face Of quiet. From the nadir They rise, their limbs ponderous
With richness, hair heavier Than sculptured marble. They sing Of a world more full and clear
Than can be. Sisters, your song Bears a burden too weighty For the whorled ear's listening
Here, in a well-steered country, Under a balanced ruler. Deranging by harmony
Beyond the mundane order, Your voices lay siege. You lodge On the pitched reefs of nightmare,
Promising sure harborage; By day, descant from borders Of hebetude, from the ledge
Also of high windows. Worse Even than your maddening Song, your silence. At the source
Of your ice-hearted calling -- Drunkenness of the great depths. O river, I see drifting
Deep in your flux of silver Those great goddesses of peace. Stone, stone, ferry me down there.
Lorelei
No es una noche para ahogarse: luna llena, río negro bajo un suave brillo de espejo,
la azul neblina cae lienzo a lienzo como redes aunque los pescadores estén durmiendo,
las macizas torres del castillo se duplican en el cristal todo quietud. Pero esas formas flotan
subiendo hacia mí, perturban el rostro de la calma. Desde el nadir se alzan, sus poderosos miembros
pesados, el cabello más recargado que el mármol esculpido. Cantan un mundo más pleno y más claro
que el posible. Hermanas, vuestra canción lleva una carga insoportable para el oído cansado de escuchar
aquí, en este país bien guiado por un gobernante equilibrado. Trastornando con armonía
más allá del orden mundano, vuestras voces cercan. Os alojáis en los altos arrecifes de las pesadillas,
y prometéis un puerto seguro; durante el día disertáis desde las fronteras de la pereza, desde el alféizar
de altas ventanas. Pero aún que vuestro canto enloquecedor, vuestro silencio. En el origen
de la llamada de vuestros corazones helados- la embriaguez de las grandes profundidades. Oh, río, veo transcurrir
en tu profundo flujo de plat aa esas grandes diosas de la paz. Piedra, piedra, llévame al fondo.Labels: Silvia Plath |
posted by Alfil @ 4:29 AM |
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