Kenneth Rexroth -The dragon and the unicorn- |
Tuesday, September 14, 2004 |
The dragon and the unicorn Kenneth Rexroth (1905-1982)
I It is unfortunately The case, that the world in which We live is dominated By two collectivities Whose whole force is exerted To depersonalize and Quantify persons — the State And the Capitalist System. If a person is that which By definition can never Be added to anything else, The State is precisely the Mechanism by which persons Are reduced to integers. The State exists to add and Subtract, divide and multiply Population units. Its Components have no more and No less reality than the Mathematics of the battlefield. Similarly, Capitalism Views all existence in the form Of commodities. Nothing Is valuable except to The extent it will bring a Profit on the market. Again, The human being is reduced To a special commodity, Labor power, his potential To make other commodities. Labor power on the market, Firepower on the battlefield, It is all one, merely two Aspects of the same monster. The parliaments of the State Are only highly ritualized Capitalist market places. The battlefield is only The most advanced form of trade. The equities of the State Are only devices for Postponing the decisions Of violence to a more Opportune moment. The ballot Is a paper substitute For the billy, the bullet, And the bayonet.
II Sexual fulfillment was robbed Of all meaning. The sex act became A nervous stimulant and Anodyne outside of the Productive process, but still Necessary to it as an Insatiable, irrational Drive, without which the struggle For meaningless abstractions, Commodities, would collapse. This is the ultimate in Human self alienation. This is what the revolution Is about. In a society Ruled only by the cash nexus The sexual relationship Must be a continual struggle Of each to obtain security From the other, a kind of Security, a mass of Commodities, which has no Meaning for love, and today in America, no meaning at all. The greater the mass of things, The greater the insecurity. The security of love lies In the state of indwelling rest. It is its own security. This is what free love is, freedom From the destructive power Of a society coerced Into the pursuit of insane Objectives…. Against it are arrayed all The consequences of a Vast systematic delusion, Without intelligence or Mercy or even real being, But with the power to kill. (...)
El dragón y el unicornio
I Desgraciadamente se da El caso de que el mundo en el que Vivimos está dominado Por dos colectividades Cuyo poder total es ejercido Para despersonalizar y Cuantificar a las personas –el Estado Y el Sistema Capitalista. Si una persona es aquello que Por definición nunca puede Ser sumado a ninguna otra cosa, El Estado es precisamente el Mecanismo por el cual las personas Son reducidas a números. El Estado existe para sumar y Restar, dividir y multiplicar Unidades de población. Sus Componentes no tienen ni más Ni menos realidad que las Matemáticas del campo de batalla. De modo similar, el Capitalismo considera toda existencia bajo la forma De mercancías. Nada Es valioso excepto en La medida en que aporta una Ganancia para el mercado. Una vez más, El ser humano es reducido A una mercancía especial, Fuerza de trabajo, su capacidad Para elaborar otras mercancías. Fuerza de trabajo en el mercado, Poder de fuego en el campo de batalla, No es más que uno, simplemente dos Aspectos del mismo monstruo. Los parlamentos del Estado Son sólo unas muy ritualizadas Plazas de mercado. El campo de batalla sólo La forma de comercio más avanzada. La justicia del Estado Sólo artificios para Aplazar las decisiones De la violencia hasta un Momento más oportuno. El voto Un sustituto en papel De la porra, la bala, Y la bayoneta. II La satifacción sexual fue despojada De todo significado. El acto sexual llegó a ser Un estimulante nervioso y Un aspecto anodino del Proceso productivo, pero aún Necesario para él, como una Insaciable, irracional Energía, sin la cual la lucha Por abstracciones absurdas, Las mercancías, se desmoronaría. Esto es lo fundamental en La humana autoenajenación. A esto es a lo que la revolución Se refiere. En una sociedad Gobernada sólo por el nexo del dinero La relación sexual Debe ser una lucha continua De cada uno para obtener seguridad Del otro, cierta Seguridad, una masa de Mercancías, que no tienen ningún Sentido para el amor, y hoy en América, ningún sentido en absoluto. Cuanto mayor la masa de objetos, Mayor la inseguridad. La seguridad del amor reposa En el estado de tranquilidad interior. Es su propia seguridad. Esto es lo que el amor libre es, libertad Del poder destructivo De una sociedad obligada A la persecución de insensatos Objetivos. Hasta que los hombres aprendan A administrar las cosas, y No sean ya ellos mismos organizados Y explotados como cosas, no podrá Haber amor salvo por el intenso Esfuerzo dirigido contra La entera presión del mundo. En otras palabras, el amor se convierte, Como lo fue entre los gnósticos, En la práctica de una especie de culto. Contra él son desplegadas todas Las consecuencias de un Vasto y sistemático engaño, Sin inteligencia o Misericordia o incluso existencia real, Pero con el poder de matar. (...)
Versión de Round DeskLabels: Kenneth Rexroth |
posted by Alfil @ 6:15 AM |
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