W.H. Auden -Musee des Beaux Arts- |
Tuesday, May 02, 2006 |
Musee des Beaux Arts W.H. Auden (1907-1973)
About suffering they were never wrong, The Old Masters: how well they understood Its human position; how it takes place While someone else is eating or opening a window or just walking dully along; How, when the aged are reverently, passionately waiting For the miraculous birth, there always must be Children who did not specially want it to happen, skating On a pond at the edge of the wood: They never forgot That even the dreadful martyrdom must run its course Anyhow in a corner, some untidy spot Where the dogs go on with their doggy life and the torturer's horse Scratches its innocent behind on a tree.
In Breughel's Icarus, for instance: how everything turns away Quite leisurely from the disaster; the ploughman may Have heard the splash, the forsaken cry, But for him it was not an important failure; the sun shone As it had to on the white legs disappearing into the green Water; and the expensive delicate ship that must have seen Something amazing, a boy falling out of the sky, Had somewhere to get to and sailed calmly on.
Museo de Bellas Artes
Acerca del sufrimiento, nunca estuvieron equivocados, Los Viejos Maestros: cuán bien entendieron Su posición humana. Como toma lugar, Mientras otro está comiendo o abriendo una ventana o caminando lerdamente a la deriva. Como, cuando los ancianos están esperando, reverentes y apasionados, El nacimiento milagroso, siempre hay Niños que, especialmente, no quisieran que sucediera, patinando En un estanque a la orilla del bosque: Ellos nunca olvidaron Que aun el más espantoso martirio debe seguir su curso De cualquier manera en una esquina: algún paraje desaliñado Donde los perros pasan con sus perrunas vidas y el caballo del torturador Rasca su inocente trasero en un árbol.
En el Ícaro de Brueghel, por ejemplo: como cada cosa da la espalda, Relajadamente, al desastre. El arador habrá Oído el chapuzón, el grito desamparado; Pero, para él, no era una falla importante; el sol brillaba Tal como debía, sobre las blancas piernas que desaparecían en el agua Verde, y la nave costosa y delicada que debe haber visto Algo asombroso, a un muchacho cayendo del cielo, Ya tenía un destino y zarpaba sosegadamente.Labels: W.H. Auden |
posted by Alfil @ 3:15 PM |
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