Margaret Atwood -Interlunar- |
Wednesday, May 03, 2006 |
Interlunar Margaret Atwood (1939 - )
Darkness waits apart from any occasion for it; like sorrow it is always available. This is only one kind, the kind
in which there are stars above the leaves, brilliant as steel nails and countless and without regard.
We are walking together on dead wet leaves in the intermoon among the looming nocturnal rocks which would be pinkish grey in daylight, gnawed and softened by moss and ferns, which would be green, in the musty fresh yeast smell of trees rotting, each returning itself to itself
and I take your hand, which is the shape a hand would be if you existed truly. I wish to show you the darkness you are so afraid of.
Trust me. This darkness is a place you can enter and be as safe in as you are anywhere; you can put one foot in front of the other and believe the sides of your eyes. Memorize it. You will know it again in your own time. When the appearances of things have left you, you will still have this darkness. Something of your own you can carry with you.
We have come to the edge: the lake gives off its hush; in the outer night there is a barred owl calling, like a moth against the ear, from the far shore which is invisible. The lake, vast and dimensionless, doubles everything, the stars, the boulders, itself, even the darkness that you can walk so long in it becomes light.
Luna nueva
La oscuridad espera aparte desde cualquier ocasión que surja; como la pena, siempre está disponible. Ésta es sólo un modelo, el modelo en el que hay estrellas sobre las hojas, brillantes como clavos de acero e incontables y sin que se las haga caso.
Caminamos juntos sobre hojas muertas húmedas en la luna nueva entre las rocas nocturnas amenazadoras que serían de un gris rosado a la luz del día, roídas y suavizadas por el musgo y los helechos, que serían verdes en el olor mohoso a levadura fresca de árboles que enraízan, la tierra devuelve lo mismo a lo mismo,
y cojo tu mano, que tiene el aspecto que tendría una mano si de veras existieras. Deseo mostrarte la oscuridad que tanto temes.
Confía en mí. Esta oscuridad es un lugar al que puedes entrar y sentirte tan seguro como en cualquier otra parte; puedes poner un pie delante del otro y creer a los lados de tus ojos. Memorízalo. Lo sabrás de nuevo cuando te corresponda. Cuando la apariencia de las cosas te haya abandonado, todavía tendrás esta oscuridad. Algo propio que puedes llevar contigo.
Hemos llegado al borde: el lago entrega su silencio; en la noche exterior hay un búho cantando, como una polilla en la oreja, desde la costa lejana que es invisible. El lago, vasto y sin dimensiones, repite todo, las estrellas, las piedras, a sí mismo, incluso la oscuridad en la que puedes caminar hasta que se convierta en luzLabels: Margaret Atwood |
posted by Alfil @ 8:03 AM |
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